Talleres Infantiles Católicos

temas.ticnsp.org | temas de tic

github twitter instagram email
Amor de María
Apr 30, 2018
8 minutos de lectura

¿Quién es María?

María es la madre de Jesús. La Virgen María es la Madre de todos los hombres y especialmente de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, desde que es Madre de Jesús por la Encarnación.

Como veo a María como católico

La Santísima Virgen María es la Nueva Eva, la Mujer perfecta, llena de gracia y virtudes, concebida sin pecado original, que es Madre de Dios y madre nuestra, y que está en el cielo en cuerpo y alma; y que nos acompaña permanentemente en nuestros esfuerzos por ser cristianos con gran solicitud y amor maternal. Los católicos la amamos con devoción a lo largo del año: El 8 de diciembre nos alegramos por haber sido libre de pecado, en la fiesta de la inmaculada concepción. Por ser madre de Dios el 1ro de enero. Alabamos su virginidad al concebir a Jesús en la fiesta de la anunciación del Señor el 25 de marzo. Y celebramos que fue llevada al cielo en cuerpo y alma, en la fiesta de su Asunción el 15 de agosto, lo que refuerza nuestra esperanza en la vida eterna.

El sí de María. (sí a Dios, a la humanidad, sí a Jesús) / María como discípula perfecta

Lucas 1, 38

Todo empieza con esto, con esa respuesta tan perfecta de María. “Yo soy la servidora del señor, que se cumpla en mi lo que se ha dicho”. La respuesta de María es una fe libre y comprometida (como deberían de ser nuestras respuestas a Dios, independientemente de lo que nos esté pidiendo) Y especialmente, nuestra salvación. María fue una mujer de oración, de gran con fianza en Dios y en sus planes de salvación.

¿Cuáles son las consecuencias de este sí?

Desde este momento María se vuelve hija favorita, madre de Dios y esposa del Espíritu Santo. Se convierte en modelo de discípula que vive los criterios del reino. Se convierte en “socia” del sacrificio salvador de Jesús. Recibió como hijos/as a todas las personas redimidas por él y acepta con esperanza la muerte de Jesús en la cruz.

¿Que nos ensena María con esta respuesta?

El amor es donación completa, tierno y fuerte, silencioso y fuerte. (y este amor, es el amor que se tiene que tener al prójimo y principalmente a Jesús) Nos lleva Jesús, el salvador único, y nos cuida desde el cielo, por lo que la invocamos como madre y mediadora.

Nos enseña a como debe ser nuestra respuesta a Dios. A creer completamente en él, a llevar una vida de oración, creer en la humanidad aun que veamos que está perdida y más que a nada, a que Dios nos va a salvar y que por medio de ella es que llegaremos a Jesús, así como Jesús llego a nosotros atreves de ella.

Rosario

Cuenta la tradición que, en la segunda mitad del siglo XV, la Virgen María se le apareció al Beato dominico Alano de la Rupe, quien escribió el famoso libro “De Dignitate Psalterii” (De la dignidad del Salterio de María), en el cual relata cómo la Virgen pide a Santo Domingo de Guzmán que propague el rezo del Santo Rosario. Según el Beato Alano, estas son las promesas de Nuestra Señora para quienes rezan frecuentemente y con devoción la oración mariana:

  1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
  2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
  3. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.
  4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su dedeo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
  5. El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
  6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
  7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
  8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
  9. Libraré del purgatorio a a quienes recen el Rosario devotamente.
  10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
  11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
  12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
  13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
  14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.
  15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

El Ángelus (6 a.m., 12 p.m., 6 p.m.)

Ángelus para saludar a María y recordarle la escena más grandiosa de su vida: la anunciación del ángel en Nazareth y el misterio de la Encarnación del Verbo en sus en sus virginales entrañas: “El ángel del Señor anunció a María, y concibió del Espíritu Santo…” El Ángelus sufrió un lento proceso evolutivo hasta alcanzar su forma definitiva tal como lo rezamos hoy. El triunfo definitivo y universal del Ángelus se logró cuando Benedicto XIII, el 14 de septiembre de 1724, con el breve Iniunctae nobis, concedía cien días de indulgencia por cada vez que se rezara y una plenaria al mes al que lo rezase diariamente de rodillas por la mañana, a mediodía y por la tarde al toque de las campanas.

¿Cuál es la estructura del Ángelus?

El Ángel del Señor anunció a María
R/ y concibió del Espíritu Santo.
(Se sigue 1 Avemaría)

He aquí la esclava del Señor
R/ Hágase en mí según tu palabra.
(Se sigue 1 Avemaría)

Y el Verbo se hizo Carne
R/ Y habitó entre nosotros.
(Se sigue 1 Avemaría)

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios
R/ Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oremos:

Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestra mente, para que los que hemos conocido por el mensaje del ángel el misterio de la Encarnación de tu Hijo seamos conducidos a la gloria de la resurrección, por lo méritos de su cruz y pasión. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. (tres veces) Se puede finalizar con alguna invocación a la Virgen.

Los 7 dolores de María

La Iglesia nos invita a meditar en los dolores de la Virgen, especialmente en siete de ellos. Siete es un número que en lenguaje bíblico es símbolo de plenitud o totalidad. Los siete dolores de la Virgen que meditamos especialmente en el rosario llamado así, son los siguientes:

  1. la profecía de Simeón
  2. la huida a Egipto
  3. la pérdida de Jesús Niño en Jerusalén
  4. el encuentro con Jesús camino del calvario
  5. la muerte de Cristo en la Cruz
  6. cuando bajan a Jesús de la Cruz y le colocan en sus brazos el cuerpo muerto de su Hijo
  7. cuando sepultan a Jesús

Estos representan los siete momentos culminantes de los dolores de la Virgen. Y se han representado esos siete dolores, con siete espadas que traspasan el corazón de Nuestra Madre. Notemos, que estos siete dolores están en relación con Jesús, porque el sufrimiento de María proviene de su total comunión con el Redentor. Sus corazones eran y son uno.

Consagración a María

La consagración a María es un símbolo de entrega que demuestra que el corazón de María y el tuyo son uno solo y que pones tus oraciones en manos de María para que las lleve al Padre. Fue una promesa.

La consagración debe de ser personal. En Fátima, Nuestra Señora habló del «Triunfo del Corazón», es decir, el triunfo que nace del corazón para alcanzar otros corazones; un triunfo que comienza profundamente en cada uno, un triunfo manifestado a través del fruto más maravilloso del espíritu: la caridad.

las comodidades que hemos alcanzado; tenemos que empezar con la tarea más sencilla para alcanzar la más difícil; no tenemos tiempo de mirar al pasado, no hay tiempo para quejas: solo hay tiempo para decir juntos «Sí» al plan de Ella. Sigamos bajo la misma guía de Nuestra Señora; Ella se está revelando en muchos lugares, de muchas y diferentes maneras, como un prisma que refleja muchas caras diferentes.

En Fátima, Nuestra Señora reveló el deseo más urgente para Dios en nuestros tiempos: La Consagración al Inmaculado Corazón de María; esta solicitud es hecha como el único remedio posible para realizar la conversión de Rusia y la paz en el mundo.

Los que llevan a cabo la consagración al Inmaculado Corazón de María… recibirán al Espíritu Santo en sus corazones y sus vidas se encaminarán hacia una santidad y perfección radical, bajo la protección especial.


Regresar a temas