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Virtudes Teologales
Apr 22, 2018
8 minutos de lectura

OBJETIVO

Aprender sobre las virtudes para fomentar un vivo deseo de practicarlas y mejorar en la perfección cristiana.

INTRODUCCION

Rompecabezas comparándolo con las virtudes, las tres siempre van juntas, no puede estar una sin la otra.

¿QUE ES UNA VIRTUD?

Virtud viene del latín “virtus” que significa fuerza de carácter.

Según internet la virtud es una cualidad positiva de una persona que permite producir ciertos efectos.

Según el CIC 1803 la virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien que permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma, con todas sus fuerzas sensibles y espirituales. Una persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas.

¿Qué es lo contrario de una virtud (Buen habito)? Un vicio (Mal habito)

¿Cuál es el fin de vivir con virtudes?

«El objetivo de una vida virtuosa consiste en llegar a ser semejante a Dios» (San Gregorio de Nisa), ya que un camino que va de la mano con las virtudes nos llevara a la felicidad, a un perfecto amor a Dios.

Nosotros tenemos dos tipos de virtudes, las virtudes adquiridas (virtudes cardinales), que se adquieren con nuestro esfuerzo a través de la repetición de acciones buenas y las virtudes infusas (virtudes teologales), que son las que recibimos como don de Dios con la gracia santificante.

¿Por qué se llaman teologales? Que tiene como objeto y fin a Dios.

¿QUE ES UNA VIRTUD TEOLOGAL?

Son las que fundan, animan y caracterizan el obrar moral del cristiano, vivifican a las virtudes morales y son infundidas por Dios en el alma de cada uno de nosotros para hacernos capaces de obrar como hijos de Dios y merecer la vida eterna. También son una garantía de la presencia y acción del Espíritu Santo en nuestras facultades, y nos disponen a vivir en una relación con la Santísima Trinidad. (CIC 1812-1813)

¿Cuáles son? Fe, Esperanza y Caridad (1ª Corintios 13,13)

Col 1: 3-6 Como nos identificamos con las virtudes, las conocemos por medio de la palabra y trabajando en ello seguirán creciendo y dando fruto.

FE

En términos generales la fe es la confianza, creencia o certeza que se tiene en lo que no se ve. Como cuando llegamos a nuestra casa tenemos la certeza que al mover el apagador se encenderá la luz o cuando nos vamos a dormir tenemos la certeza de que al día siguiente vamos a despertar.

Sin embargo la fe es algo mucho más grande para nosotros, porque es la virtud por la que creemos en Dios, en todo lo que nos ha dicho y revelado, todo lo que la iglesia nos enseña, siendo todo esto algo que no se ve y no entendemos del todo, ya que si lo entendiéramos no sería fe, pasaría a ser ciencia.

“Por la fe el hombre se entrega entera y libremente a Dios” (Dei Verbum 5)

Para profesar la fe en Dios es necesaria de su gracia que proviene y ayuda a los auxilios internos del E.S., el cual mueve nuestro corazón y lo convierte a Dios para darnos la suavidad en el aceptar y creer en la verdad, el mismo E.S. perfecciona la fe por medio de sus dones.

“La fe sin obras está muerta” porque un discípulo de cristo no solo debe guardar la fe y vivir de ella, sino profesarla, dar testimonio con firmeza difundirla.

El servicio y el testimonio de la fe son requeridos para la salvación. (CIC 1816). Ejemplo de ello Mt 10: 32-33.

Hoy en día un gran ejemplo que tenemos de nuestra fe somos nosotros como iglesia Jn 20:29, porque creemos en Dios y en lo que nos dejó.

Según sea tu fe, así serán las cosas que te sucederán ya que todo es posible para el que cree. Lc 17:5-6. La fe aumenta cuando leemos la palabra de Dios frecuentemente, así como cuando vas conociendo a una persona, entre más la conoces más confianza le tienes.

ESPERANZA

En un concepto general la esperanza es la confianza que se tiene de lograr una cosa o que se realice algo que se desea.

Pero es mucho más importante cuando la vemos como la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como nuestra felicidad, poniendo nuestra confianza en las promesas de cristo, ayudados por el E.S.

(Tito 3: 6-7) Por medio del E.S. derramado sobre nosotros, somos herederos en la esperanza de la vida eterna.

La esperanza cristiana se manifiesta desde el comienzo de la predicación de Jesús en la proclamación de las bienaventuranzas. Las bienaventuranzas elevan nuestra esperanza hacia el cielo como hacia la nueva tierra prometida; trazan el camino hacia ella a través de las pruebas que esperan a los discípulos de Jesús.

Es también un arma que nos protege en el combate de la salvación. (1 Ts 5, 8). Se expresa y se alimenta en la oración, particularmente en la del Padre Nuestro, resumen de todo lo que la esperanza nos hace desear.(CIC 1820)

El Papa Francisco nos dice que la esperanza es segura, aunque no es fácil de entender y pensamos que ser personas de esperanza es ser personas optimistas, pero no es así, no es una actitud positiva ante las cosas, si es bueno ser optimista, pero eso no es la esperanza, se dice que es la más humilde de las virtudes, porque se esconde en la vida, la fe se ve, se siente, la caridad se hace, se sabe que es, pero la esperanza es un riesgo, una virtud arriesgada “es estar es tensión hacia la revelación, hacia el gozo que llenará nuestra boca de sonrisas”. Los primeros cristianos la pintaban como un ancla, un ancla fija en la orilla del más allá, y nuestra vida es un caminar hacia esa ancla.

CARIDAD

La caridad se define como la actitud de alguien que obra desinteresadamente en favor del prójimo sin esperar nada a cambio, y si lo aplicamos de esa forma, pero es algo aún más grande porque es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios, y Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo (Jn 15: 9-12)

El Señor nos pide que amemos como Él hasta a nuestros enemigos (Mt 5: 44), que nos hagamos prójimos del más lejano (Lc 10: 27-37), que amemos a los niños (Mc 9: 37) y a los pobres como a Él mismo (Mt 25: 40.45).

El apóstol San Pablo nos da una descripción de la caridad (1 Co 13, 4-7), y nos menciona que sin ella nada somos, pues no estamos completos.

La caridad es superior a todas las virtudes, es la primera de las virtudes teologales (1ª Co 13: 13), ya que el ejercicio de las demás virtudes está inspirado por la caridad, porque asegura y purifica nuestra facultad humana de amar. La eleva a la perfección sobrenatural del amor divino. (Col 3:14).

La caridad tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia. Exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión. (CIC 1829).

La caridad significa esforzarse por cumplir los mandamientos y por no pecar, hacer constantes actos de amor a Dios, darle gracias por lo que nos da, pedirle perdón por nuestros pecados, ofrecerle lo que hacemos y lo que sufrimos.

«La culminación de todas nuestras obras es el amor. Ese es el fin; para conseguirlo, corremos; hacia él corremos; una vez llegados, en él reposamos» (San Agustín, In epistulam Ioannis tractatus, 10, 4).

MARIA COMO EJEMPLO DE LAS VIRTUDES

FE

A María se le conoce como icono perfecto de la fe, ya que por la fe ella creyó en las palabras que el ángel le dijo, que sería la madre de Dios (Lc 1:45), creyó en José cuando se llevó a María y a Jesús a Egipto para salvarlo de la persecución de Herodes, con la misma fe siguió a Jesús en su predicación y permaneció con el hasta el calvario y con la misma fe saboreo los frutos de la resurrección de Jesús.

ESPERANZA

María es modelo de esperanza ya que nunca abandona, a través de su sí para convertirse en la madre de Dios la esperanza de los tiempos se convirtió en realidad, y unos treinta años más tarde cuando estaba al pie de la cruz, debió ser un momento muy difícil para mantener la esperanza, parecía haber ganado la oscuridad sin embargo debió recordar las palabras del ángel que prometió que su reino no tendría fin (Lc 1: 33) y la certeza de la esperanza la llevo a la alegría de la mañana de pascua.

CARIDAD

María es un gran ejemplo de amor, desde el principio cuando mostro su disponibilidad hacia su prima Isabel visitándola y no solo llevándole ayuda material sino que le llevo a Jesús que vivía ya en su vientre, así María quería traernos el gran regalo que es Jesús y junto con el su amor, paz y alegría.

CONCLUSION

Las virtudes teologales nos fueron dadas por Dios para que seamos capaces de entrar en dialogo con él y actuar a lo divino, como hijos de Dios y poder ir en contra de nuestros impulsos inclinados al egoísmo, placer, comodidad. Con estar virtudes podemos llegar a la santidad. Son dones de Dios, no fruto del hombre, pero necesitan de nuestra colaboración para que perfeccionen y crezcan, no son virtudes teóricas, sino un modo de ser y vivir y siempre van juntas las tres virtudes.


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